
Lejos de las biografías a medida, lejos del culto a la personalidad, nuestro homenaje a Marcelino es, sólo, una muestra de nuestro agradecimiento, nunca suficiente si valoramos, en su calidad humana y política, la figura de un hombre sencillo, de un hombre comprometido, sin dudas y sin fisuras, con sus ideas, con la sociedad, con los trabajadores y con Comisiones Obreras.
