El nuevo curso escolar comienza con la mala noticia de que el Ministerio de Educación persiste en su actitud de incumplir los compromisos que hace casi un año adquirió con el profesorado tras la firma de los Acuerdos Básicos Laborales de la enseñanza pública y concertada

CCOO exige al MEC que cumpla sus compromisos con el profesorado. El nuevo curso escolar comienza con la mala noticia de que el Ministerio de Educación persiste en su actitud de incumplir los compromisos que hace casi un año adquirió con el profesorado tras la firma de los Acuerdos Básicos Laborales de la enseñanza pública y concertada. Pues bien, pese a las insistentes peticiones de los sindicatos firmantes realizadas en el último trimestre, los responsables del Ministerio siguen sin cerrar algunos temas pendientes de tanta trascendencia como el acceso a la función pública docente, el pago del complemento retributivo al profesorado, el funcionamiento de la mesa tripartita... y otras cuestiones como el Decreto de la Formación Profesional y la reforma del Consejo Escolar del Estado. El Ministerio debe saber que sólo una vez concluido este proceso y recuperada la confianza entre las partes, podremos abordar nuevos retos. Pero mientras no se cumpla fielmente lo acordado no es posible comenzar nuevas negociaciones como el Estatuto Docente. Por otra parte, tampoco vemos voluntad alguna para planificar seriamente las negociaciones del Estatuto Docente. La única reacción hasta ahora del Ministerio ha sido intentar el cierre de un anteproyecto de Estatuto sin negociación y la dejación de su obligación de cumplir íntegramente los acuerdos laboralesAsimismo, la Federación de Enseñanza de CC.OO. confía en que la aplicación parcial de la Ley Orgánica de Educación (LOE), según el calendario previsto, suponga una oportunidad para mejorar la calidad de nuestro sistema educativo, reducir las cotas de fracaso escolar sobre todo en la Educación Secundaria así como el elevado porcentaje de jóvenes, un 30,8%, que no logran la titulación en Bachillerato o Formación Profesional. Estos objetivos no se lograrán en ningún caso si el Gobierno no asume la educación como una prioridad presupuestaria. Pese al anunciado incremento del gasto en educación previsto para 2007, es preciso insistir en que el gasto público en nuestro país se encuentra todavía en un 4,47% del Producto Interior Bruto (PIB), mientras que la media en la Unión Europea es de un 5,30% y en Suecia alcanza incluso un 7,5%. Mientras nuestros gobernantes no se convenzan de que la educación es una inversión y no un gasto, y de que en cada presupuesto educativo nos jugamos el futuro inmediato de la calidad de nuestra mano de obra, España permanecerá estancada en ese modesto porcentaje de inversión en un servicio de primera necesidad como lo es la enseñanza. Es una buena noticia que en este curso el aumento de matrícula de alumnos se deba principalmente a la incorporación de hijos de inmigrantes. Pero al mismo no debemos olvidar que este fenómeno requiere un apoyo suplementario en recursos humanos y materiales, sobre todo en las comunidades, comarcas y distritos en los que, por circunstancias diversas, se concentra un porcentaje de población inmigrante superior a la media nacional, con las consiguientes repercusiones en la matrícula escolar. Las administraciones tienen la obligación de prestar atención preferente a los centros afectados por una excesiva concentración de alumnado procedente de la inmigración. También lamentamos que en la rueda de prensa ofrecida por la ministra de Educación con motivo del inicio del curso no se hiciera alusión alguna al Estatuto Docente, que este mismo mes el Ministerio deberá empezar a negociar con los sindicatos, y que tendrá que definir cuestiones de tanta trascendencia para la profesión como la nueva fórmula de ingreso en la docencia, la promoción interna, la formación inicial y permanente de los y la incentivación del rendimiento docente.Por todo ello, desde la Federación de Enseñanza de CC.OO. no descartamos un otoño caliente en educación. Con este fin, promoveremos la mayor unidad sindical posible, como lo hemos hecho al presentar las plataformas reivindicativas y las exigencias de mejora. No obstante, llevaríamos a cabo las protestas incluso si esa unidad sindical no pudiera fraguarse. Nuestra responsabilidad como sindicato mayoritario en el ámbito de la enseñanza pública nos obliga a ello.Secretaría de Comunicación, F.E. CC.OO.