La Federación de Enseñanza de CC.OO. de Castilla y León comparte la preocupación del profesorado, madres y padres por el fracaso escolar, pero apuesta por un modelo más integrador y con medidas eficaces en el periodo lectivo ordinario para reducir la tasa de fracaso escolar y rechaza la imposición caótica del Programa de mejora del éxito escolar por parte de la Consejería de Educación

CCOO recogerá firmas para reclamar otras medidas para reducir el fracaso escolar La Federación de Enseñanza de CC.OO. ya presentó hace más de dos años su propuesta para un Plan de choque en educación secundaria. La Federación de Enseñanza de CC.OO. de Castilla y León comparte la preocupación del profesorado, madres y padres por el fracaso escolar, pero apuesta por un modelo más integrador y con medidas eficaces en el periodo lectivo ordinario para reducir la tasa de fracaso escolar y rechaza la imposición caótica del Programa de mejora del éxito escolar por parte de la Consejería de Educación.La Federación de Enseñanza de CC.OO. de Castilla y León inicia una campaña de recogida de firmas entre trabajadores y trabajadoras de la enseñanza que se están viendo afectados por la puesta en marcha del Programa de mejora del éxito escolar de la Consejería de Educación. Este Programa ha sido diseñado y puesto en marcha sin contar con la comunidad educativa ni con los representantes de los trabajadores, lo que, a juicio de CC.OO., es un grave error de partida.En primer lugar, no parece que sean adecuadas algunas de las medidas contempladas en el Programa, como las clases de los sábados o en julio para el alumnado que ya ha suspendido lengua o matemáticas. Desde CC.OO. se ha apostado siempre por sistemas de prevención del fracaso, con una adecuada atención a las necesidades de cada alumno y alumna desde el propio aula y en el horario escolar, reforzando cuanto haga falta los recursos materiales y humanos. Por eso CC.OO. exige el desarrollo del Acuerdo firmado en mayo de 2006, en el que se establecen algunas medidas que tienen que ver con la reducción en determinados casos del número de alumnos y alumnas por aula, la dotación de docentes para apoyos y refuerzos, etc. Estas medidas están recogidas en un Plan de choque para educación secundaria que CC.OO. presentó hace más de dos años.También es criticable la manera desordenada en que se están poniendo en marcha las medidas contempladas en el Programa. Por ejemplo, se informó mediante un escrito personal a las familias de la existencia de las clases de refuerzo los sábados de mayo y junio antes de haber comunicado a los propios institutos que tendrían que desarrollar esa actividad, lo que provocó incertidumbre y malestar entre los profesionales de los centros educativos.Por otra parte, la Consejería sigue improvisando a la hora de organizar las actividades y coordinar a los profesionales con los que tendría que contar. Se dice que todo el personal que participa en este Programa lo hace de manera voluntaria, mientras que se presiona y se amenaza a los miembros de los equipos directivos para que estén presentes en las actividades de los sábados o se obliga a los ordenanzas a abrir los centros. Tampoco se ha contado con el personal de limpieza que después de las actividades de las tardes o los sábados debe dejar las aulas preparadas para las clases del día siguiente.Finalmente, CC.OO. denuncia la actitud propagandística de la Consejería, que ofrece datos que no ha podido contrastar sobre el "rendimiento" de un Programa que aún no ha sido evaluado. La falta de rigor en las declaraciones públicas de los responsables de la Consejería de Educación no hace sino aumentar el malestar de trabajadoras y trabajadores, que se han visto obligados a participar en una serie de actividades sin que se haya contado con su opinión y sin el debido respeto a sus derechos laborales.Por todo ello, la Federación de Enseñanza de CC.OO. de Castilla y León, ha iniciado una campaña de recogida de firmas con el fin de pedir a la Consejería de Educación y al Ministerio (como corresponsable en la financiación del Programa) que se corrijan las lesiones a los derechos de docentes y personal de servicios educativos complementarios y un compromiso de abordar el fracaso escolar desde dentro del sistema educativo.