17M Día de Luto por la Educación y la Sanidad pública

Hoy jueves 17 de mayo, el Congreso de Diputados tratará, según el orden del día de su reunión plenaria, la convalidación o derogación del RD Ley 14/2012 de medidas urgentes para la racionalización del gasto público en educación y sanidad, ocultando el debate sin ninguna justificación evitando que se debata como Proyecto de Ley. Por estas razones, las organizaciones sindicales y sociales, consideran que este jueves será un día negro y triste para la Educación y Sanidad de este país y no podemos ni debemos quedarnos de brazos cruzados.

Estamos viviendo tiempos difíciles para la Sanidad y para la Educación de nuestro país. El Gobierno estatal y los gobiernos autonómicos quieren imponernos un modelo de servicio público de principios del siglo pasado. Los recortes que desde hace casi dos años sufren la educación, la sanidad y sus profesionales, ponen en peligro el futuro de nuestro país y sin inversión no saldremos de la crisis que padecemos.

La aprobación de las medidas que se recogen en esta normativa, en opinión de CCOO y como bien es sabido, compartida por toda la comunidad educativa, y el ámbito sanitario, supondrá, entre otras medidas, la masificación de aulas, la pérdida de calidad, la pérdida de derechos, el aumento de las tasas universitarias, la privatización de servicios educativos, la disminución de becas, el aumento de la jornada laboral, la pérdida de miles de puestos de trabajo, etc. Será la muerte, o más bien, el "asesinato" de la Educación.

En Sanidad, las medidas van encaminadas hacia el doble aseguramiento, por un lado, quiebran el derecho a la universalidad de las prestaciones, cambiando el derecho de ciudadanía por la condición de asegurado. El catálogo de prestaciones básicas se modifica, y queda con criterios bastantes laxos, con lo que la titular del Ministerio podrá modificarlo anualmente, se excluye de la financiación de algunas prestaciones ortoprotésicas, transporte secundario, y se modifica el copago o repago de productos farmacéuticos, todo ello incidiendo en las clases más necesitadas, personas mayores, enfermos crónicos, etc. Todo ello va a redundar en peores resultados en salud de nuestra población.

Unos servicios públicos fuertes son la única garantía de unos niveles mínimos de equidad social. Sólo ellos pueden asegurar para todos los ciudadanos, son sólo para una minoría, una enseñanza de calidad, el cuidado de nuestra salud, la seguridad ciudadana, la justicia, la cultura y unos sistemas de protección social que atiendan a los más desfavorecidos y satisfagan sus necesidades básicas.