
Estudio elaborado por la Federación de Enseñanza de CCOO.
En el informe PISA podemos encontrar tres tipos principales de resultados: los resultados globales y los niveles de rendimiento en las tres competencias evaluadas; la relación entre los resultados y los distintos factores asociados -contexto social, circunstancias individuales del alumnado y organización de los centros-; el análisis de tendencias, extraídas de la recogida cíclica de datos en los Informes trianuales.
Reconociendo las limitaciones del Informe PISA, como foto fija del alumnado a los 15 años, que no mide el desarrollo anterior ni la evolución posterior de ese alumnado, añadiremos que el PISA es una buena herramienta de descripción y diagnóstico sobre aspectos concretos de los sistemas educativos, medida a partir de los resultados obtenidos en competencias clave.
Otras limitaciones del Informe es la ausencia de aportaciones o valoraciones de un elemento esencial en el proceso educativo, como es el profesorado -sólo el director cumplimenta un cuestionario sobre su centro-, y que, además, elude cuestiones tan importantes como la relación entre los resultados y las ratios alumno/profesor y alumno/grupo, ni la consiguiente posibilidad de adecuada atención a la diversidad del alumnado, lo que restringe, en cierta medida, el valor de las conclusiones.
También conviene recordar que, como es sabido, las pruebas del PISA presentadas a los alumnos y alumnas no versan específicamente sobre el currículo o los conocimientos concretos de una determinada área o materia -como ocurre con los ejercicios habituales de evaluación que se aplican a nuestro alumnado-, sino que, fundamentalmente, van referidas a la capacidad de hacer extrapolaciones de lo que han aprendido y aplicar sus conocimientos a situaciones nuevas, prestando especial atención al dominio de los procesos cognitivos, a la comprensión de conceptos y a la capacidad para desenvolverse en diferentes situaciones dentro de cada área. Esta circunstancia puede afectar en alguna medida a los resultados de países que, como el nuestro, se caracterizan por un currículo repleto de contenidos, con tendencia histórica a primar la cantidad de los conceptos a asimilar en detrimento de la atención a los procesos de aprendizaje.
Por último, para la "lectura" del Informe PISA debemos tener en cuenta que las puntuaciones obtenidas, que reflejan lo que saben hacer los alumnos y alumnas evaluados, se agrupan, de menor a mayor, en seis niveles de rendimiento: el nivel 1, menos de 407 puntos, subdividido a su vez en 1a, de 335 a 406 puntos, y 1b, entre 262 y 334 puntos; el nivel 2, de 407 a 480; el nivel 3, de 480 a 553; el nivel 4, de 553 a 626; el nivel 5, de 626 a 708; el nivel 6, más de 708 puntos. Así pues, cada uno de los seis niveles agrupa resultados situados en un intervalo de 72-73 puntos. Los 407 puntos señalan el límite por debajo del cual estarían los alumnos que no alcanzan el nivel mínimo en la competencia evaluada, con claro riesgo de no poder afrontar con suficiente garantía de éxito sus retos formativos, laborales y ciudadanos posteriores a la educación obligatoria; de otra parte, los niveles superiores, el 5 y el 6, marcan rendimientos sobresalientes para el porcentaje de alumnado que en ellos se sitúa.