Para la patronal y para el PP el fundamento de la competitividad es la explotación más descarnada en vez de la inversión en formación. La Federación de Enseñanza de CCOO rechaza las declaraciones del presidente de la patronal de la CEOE, Juan Rosell, en las que comentó que sobraban entre 300.000 y 400.00 empleados públicos porque “están en la Administración consumiendo papel y teléfono y tratando de crear leyes”. Para CCOO carecen de valor estas declaraciones provenientes del presidente de una institución lastrada por la mala gestión de lo privado y que tiene imputados a algunos de sus antiguos responsables.
El presidente de la patronal esconde su falta de propuestas y alternativas a la crisis bajo el manto de una peligrosa demagogia, pensada para alimentar a los sectores más ultramontanos de la sociedad, colaborando así en la propagación de una imagen de “siesta, charanga e incompetencia laboral”, que se contradice con el propósito de los empresarios de “vender la marca España, como una de las vías para salir de la crisis.
Además, con estas declaraciones oculta conscientemente a la opinión pública que España es uno de los países de nuestro entorno con menos empleo público. Precisamente aquellos que tienen más empleo público y más protección social son los que están sufriendo con menor intensidad los efectos de la crisis.
El sindicato exige al señor Rosell que tenga el valor de decir si, entre esos miles de empleados que en su opinión sobran, están los maestros, profesores de Secundaria, de FP y universitario y personal educativo y complementario que atienden a la población escolar. El silencio del PP ante estas declaraciones demuestra la complicidad del Gobierno con los planteamientos del presidente de la CEOE. Para la patronal y para el PP el fundamento de la competitividad es la explotación más descarnada en vez de la inversión en formación.
Esta Federación no está dispuesta a consentir estos ataques generalizados a todos los trabajadores y las trabajadoras. Igualmente le recordamos al presidente de la CEOE, que desde un cargo tan significativo como el suyo no debe esgrimir permanentemente la agenda ideológica más conservadora para alentar la confrontación social.
En vez de estar ejerciendo de portavoz más radical de las políticas del PP, el señor Rossell debería aportar sensatez a las políticas económicas impulsando el empleo de calidad, apostando por el futuro de nuestros jóvenes, que desde luego no paso por explotarlos con contratos basuras, e invirtiendo en formación continua.
Por último, instamos al Gobierno a que no preste atención a las declaraciones de Rosell, ni a ser cómplice de sus despropósitos.