
El sindicato advierte de que cualquier reforma universitaria debe ser negociada con la participación de los representantes legítimos de la universidad.
Tras la aprobación hoy en el Consejo de Ministros de la creación de una Comisión de Expertos que se encargará de la reforma del sistema universitario español, la Federación de Enseñanza de CCOO denuncia que dicha comisión no es representativa de la comunidad universitaria, más bien parece “una cortina de humo” para esconder el duro recorte acometido en la Universidad, manifiesta José Campos, secretario general de FECCOO.
Además, el problema más urgente de la universidad española reside en la escasa financiación, acentuada por los agresivos recortes a la que está siendo sometida en los últimos tiempos. Si no se resuelve este problema, de poco servirá cualquier reforma de la universidad que pretenda acometerse y menos aún sin la participación de los representantes legítimos del personal que trabaja en ella.
Es cierto que el sistema universitario es fundamental para la innovación y que de su éxito depende la competitividad de nuestra economía, pero estos objetivos no podrán nunca cubrirse si las políticas de Estado no apuestan por seguir invirtiendo en la calidad de nuestra universidad española. Un lamentable ejemplo de ello son los recortes que continuamente viene anunciando el Gobierno central.
De hecho, es en la enseñanza universitaria donde se produce el mayor recorte absoluto, de casi 250 millones de euros, lo que supone un descenso del 62,5%. Esta reducción debe interpretarse como una advertencia a las comunidades autónomas para que no esperen una financiación pública adecuada de la enseñanza superior en el momento de plena integración en el Espacio Europeo de Educación Superior y de Investigación.
Según el secretario general de FECCOO, José Campos, la empleabilidad de nuestros universitarios “no depende exclusivamente de la capacitación de nuestros titulados superiores sino de otros factores, como la investigación que no se realiza en nuestro país y en la que no se invierte lo suficiente”. “El tejido productivo de nuestro país –subraya José Campos- no quiere titulados superiores porque su contratación exige abonar salarios más elevados y, además, el nivel de desempleo juvenil es tan elevado que no deja de ser lamentable que unas generaciones tan bien preparadas deban abandonar nuestro país en busca de un puesto de trabajo que no encuentran aquí”.
CCOO insiste que la enseñanza superior, como cualquier otra etapa del sistema educativo, no es una empresa sujeta a resultados numéricos, como ha dado a entender hoy el ministro de Educación en sus declaraciones. La educación es la mejor política económica y la mejor inversión de un país, por lo que cuanto se invierta en ella será también la mejor política social y el instrumento más idóneo para impulsar la igualdad de oportunidades.
Por otro lado, con una dotación de 1.265 millones de euros, el programa de becas y ayudas a estudiantes supone algo más de la mitad de las inversiones en una competencia básica del Estado para garantizar la equidad más necesaria que nunca en un contexto de crisis y que, precisamente por ello, se había incrementado en todos los últimos presupuestos. Su reducción de más de 166 millones de euros (un 11,6%), es uno de los datos más negativos de los Presupuestos. A pesar de ello, el Ministerio se queja de la escasa movilidad de los estudiantes españoles.
Además CCOO no comparte algunos datos aportados por el Ministro:
No es cierto que el gasto español en educación superior sea similar al de la OCDE. Según los últimos datos del 2008, fueron un 25% inferior a su media del 1,5% (tabla B.2.1 Panorama Educación 2011). En ese año alcanzamos un máximo del 1,2% que desde entonces no ha hecho más que decrecer. Y el Ministro no habla, por ejemplo, de las diferentes tasas en porcentaje de investigadores; ni de la comparación del PIB dedicado a I+D+i. que son imprescindibles para los objetivos enunciados. Sería exigible un mayor rigor en los datos económicos a las nuevas autoridades del Ministerio.
Tampoco es cierto el dantesco panorama que dibuja al referirse al abandono (fracaso) universitario. Los datos de la OCDE (Panorama de la Educación 2010, gráfico A.4.1) no hablan de un 30%, sino de un 24% de personas que acceden a educación terciaria y no obtienen titulación, una cifra que es un 25% inferior a la media de la OCDE (31%) o la U.E. (30%) y la de la que hay en Estados Unidos (con muchas universidades en los rankings) o Nueva Zelanda, los dos países OCDE con mayor fracaso escolar donde, curiosamente, el gasto privado en la educación superior supera ampliamente el 50% del total, que es el gran cambio que intuimos que pretende el nuevo Ministerio.
Por todas estas razones, CCOO seguirá movilizándose e insistiendo en la necesidad urgente de frenar la política de recortes. En este sentido, concluye el secretario general de FECCOO que éstos “no han servido para combatir el desempleo ni transformar el modelo productivo, sino en todo caso para desprestigiar un servicio público educativo en el que, por encima de todo, deben primar la calidad y la equidad”.