Victor Pliego, catedrático de Historia de la Música, reflexiona en el este artículo publicado en Periódico ESCUELA sobre la difícil situación en la que se encuentran los catedráticos de Música y Artes Escénicas.

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¿De dónde venimos?
Venimos del olvido, la desidia y el aplazamiento. Desde 1990 no se han convocado oposiciones para el cuerpo equivalente al de catedráticos de Música y Artes Escénicas. “No hay mal que cien años dure ni cuerpo que lo resista”. Pero los profesores de conservatorio han resistido en silencio y con resignación, viendo como su promoción profesional quedaba estancada durante lustros. Los catedráticos supervivientes de otras épocas se han ido extinguiendo y las vacantes han sido cubiertas por interinos y profesores comisiones de servicios, trasladando la inestabilidad a las plantillas de sus centros de procedencia.
¿Por qué no se han convocado cátedras de conservatorio durante 25 años?
El bloqueo de las cátedras se debe la sucesión de las interminables reformas que ha padecido en estos años el sistema educativo. Las consecuencias están siendo dramáticas en todos los niveles de la enseñanza, pero especialmente en las enseñanzas artísticas. Antes de concluir unos procesos se iniciaron otros, dejando innumerables vacíos y contradicciones. La falta de previsión, la indecisión y los retrasos han agrandado el caos. “A perro flaco, todo son pulgas”.
¿Dónde estamos ahora?
En 2007 se reguló el último sistema de ingreso y acceso a los cuerpos docentes. A las cátedras de conservatorio se puede acceder por promoción interna (por concurso de méritos entre el profesorado) o por ingreso libre (por concurso-oposición). A pesar de ser un cuerpo estatal, las convocatorias corren a cargo de las distintas comunidades autónomas, lo cual genera desigualdades evidentes. “Quien hizo la ley, hizo la trampa”.
¿Qué ha cambiado?
“A su tiempo maduran las uvas” y el año pasado Asturias convocó 43 cátedras de conservatorio. El rechazo ha sido total en el Conservatorio de Oviedo, donde ven con temor el efecto llamada en todo el Estado. Recíprocamente, en otras comunidades autónomas hay preocupación porque quienes accedan al cuerpo en Asturias puedan trasladarse, antes o después, a sus centros. Andalucía, Valencia y Canarias estudian la posibilidad de realizar próximas convocatorias. “A melón maduro, todos les huelen el culo”.
¿Cuál es el futuro de los conservatorios superiores?
Los conservatorios se han incorporado al Espacio Europeo de la Educación Superior y ofrecen títulos idénticos en rango y derechos a los de cualquier grado universitarios (Nivel 2 Meces). Universidades y centros privados compiten ahora por estos estudios dentro del mismo espacio. Los conservatorios tienen ante sí retos que exigen inversión en plantillas estables, investigación e innovación. Antes o después tendrán que incorporarse al sistema universitario. “Camarón que se duerme, se lo lleva la corriente”.
¿Van a pedir doctorados?
Para acceder a las cátedras, hay que “acreditar la formación y capacidad de tutela en las investigaciones propias de las enseñanzas artísticas”. Asturias exige demostrarlo con un máster “universitario”, un diploma de estudios avanzados o un doctorado. La alternativa no deja de ser paradójica, dado que apenas se han empezado a ofrecer tales estudios a los músicos. Quienes los posean, será en otros campos afines, como pedagogía, musicología o historia. Antes de imponer estos requisitos, las administraciones educativas deben impulsar su implantación, para “no pedir peras al olmo”.
¿No hay que “tocar”?
Muchos se han sorprendido al ver que el acceso a las cátedras de conservatorio será a través de un concurso, sin prueba práctica y con escasa valoración de los méritos artísticos (máx. 1/10). No es necesario demostrar lo bien que se toca, porque se supone que los profesores que accedan por este procedimiento ya lo demostraron en su momento. Algunos se acuerdan del maestro Ciruela, “que no sabía leer y puso escuela”. Todos los profesores de conservatorio tienen alma de artistas y muchos lo son.
¿Debemos paralizar las cátedras?
Hay voces que piden la paralización de las cátedras. Los años de retraso han generado malestar e intereses contrapuestos y el marco legal es insatisfactorio. Aun así, creo que convendría aprovecharlo para empezar a desbloquear la situación En mi opinión, retrasar los procesos solo supondría posponer y acentuar los conflictos; la vulnerabilidad del colectivo docente y de los conservatorios es muy alta. “¡Más vale tarde, que nunca!” Y, en todo caso, la botella se ha descorchado en Asturias. Así que aquello de “Virgencita, que me quede como estoy”, ya no vale.
¿Qué podemos hacer?
Las administraciones educativas solamente podrán encontrar las mejores soluciones si apuestan por el debate democrático, la participación, la negociación, la transparencia, la solidaridad, la justicia y el bien común. “A grandes males, grandes remedios”. Convendría escalonar y coordinar las convocatorias en las distintas autonomías, tanto libres como de acceso, considerando su repercusión sobre toda la red estatal. Aunque antes que las respuestas, debemos buscar un método de trabajo y un lenguaje común. El objetivo más inmediato es abrir procesos que permitan ubicar al profesorado en el actual espacio legal, para no seguir navegando en el limbo. “El mejor camino, es el más corto”.
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Un recurso paraliza las cátedras de Asturias
Un juzgado de lo contencioso-administrativo ha paralizado cautelarmente la convocatoria de acceso a las cátedras del conservatorio en Asturias el pasado 12 de febrero. Ha sido a instancias de ANPE, aunque también han recurrido la convocatoria FETE-UGT, CSI·F y algún particular. La oferta pública de empleo fue publicada el 18 de marzo de 2014. La convocatoria, que apareció en el Boletín Oficial del Principado de Asturias el 20 de noviembre, estableció como requisito específico estar en posesión de un doctorado, un máster o un diploma de estudios avanzados. Muy pocos de los candidatos cumplen con esta exigencia. El 6 de febrero el Parlamento de Asturias aprobó una moción solicitando la paralización de la convocatoria.
Andalucía retira las cátedras de conservatorio
El 10 de noviembre de 2014, Andalucía anunció una oferta pública de empleo con 175 plazas del cuerpo de catedráticos de Música y Artes Escénicas, e inició conversaciones con los representantes del profesorado para negociar las condiciones. Un colectivo de doctores ha constituido una asociación para solicitar que se imponga como requisito el título de doctor. Por otro lado, la Asociación en Defensa de las Enseñanzas Artísticas (ADEA) ha pedido lo contrario y que se instauren ejercicios prácticos para el acceso a cátedras, encaminados a demostrar el nivel artístico. Ante la polémica, la Consejería de Educación, Cultura y Deporte de Andalucía anunció el pasado 29 de enero que paralizaba la convocatoria.
Dos caminos y una meta
El Real Decreto 276/2006 establece dos mecanismos para obtener una cátedra de conservatorio: por turno libre (ingreso con concurso-oposición) o por promoción interna (acceso por concurso de méritos). El turno libre consta de una oposición divida en varias partes, como en Secundaria: prueba práctica, desarrollo escrito de un tema sorteado, presentación de una programación y exposición de una unidad didáctica. El acceso consta de concurso en el que se valoran la formación académica, la experiencia previa y otros méritos. Es una fórmula de promoción interna reservada a profesores que tengan al menos ocho años de antigüedad y que, en su momento, superaron las correspondientes pruebas. Los requisitos de titulación son iguales en ambos casos.