El agua es un recurso esencial para la vida. La salud humana, el desarrollo social y el bienestar dependen de su disponibilidad.
La ONU propuso la celebración del Día Mundial del Agua en la Conferencia de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente y Desarrollo (CNUMAD) en Río de Janeiro, Brasil, en 1992, sobre la importancia del agua dulce y la defensa de la gestión sostenible de los recursos de agua dulce y aplicación de las recomendaciones del Plan 21.
En la actualidad, el agua y el saneamiento son prioritarios para los Estados Miembros, así queda recogido en el Objetivo de Desarrollo sostenible número 6: con la meta de reducir a la mitad la proporción de agua dilapidada y aumentar su reciclaje. Sin embargo, de acuerdo con la Organización Mundial de la Salud, alrededor de 3 de cada 10 personas no tienen acceso al agua potable y disponible en el hogar y 6 de cada 10 carecen de un saneamiento seguro.
Queda mucho por hacer. Al descuidar los ecosistemas, dificultamos el acceso a los recursos hídricos, el cambio climático y otros problemas medioambientales globales son consecuencia de ello.
¿Qué podemos hacer desde el sistema educativo? Es imprescindible responsabilizarnos en la protección y conservación de los recursos y la naturaleza. Los centros educativos son la base desde la cual se puede educar con conciencia ambiental desde la más tierna infancia. Promovamos iniciativas que aseguren un espacio natural y saludable a nuestras generaciones futuras desde la base, el sistema educativo.
La elaboración de una Agenda 21 escolar para la mejora del medio ambiente y el desarrollo sostenible y su implantación en las escuelas dentro de su sistema organizativo y con implicación directa en profesores, alumnos, familias y personal no docente nos ayudará a mejorar objetivos ambientales como la biodiversidad, el cambio climático, la contaminación, los hábitos de consumo o las energías renovables.
La creación de planes de movilidad sostenible, como herramienta de gestión de las políticas de movilidad basadas en la mejora de la calidad ambiental, competitividad y seguridad o la plantación de huertos urbanos. La plantación de nuevos bosques.
Proporcionemos a nuestros docentes formación ambiental y difundamos y sensibilicemos desde los centros educativos buenas prácticas como las tres R (reducir, reciclar y reutilizar), el consumo de alimentos ecológicos y locales y la utilización de material escolar ecológico y la gestión eficiente de los recursos y ahorro en el consumo de agua.
"El agua es la fuerza impulsora de toda la naturaleza". Leonardo da Vinci.