Desde 2012 la enseñanza pública ha perdido en torno a 33.000 docentes en dos años, a pesar de contar con unos 55.000 alumnos más. La enseñanza privada ha ganado 900 docentes con alrededor de 7.500 alumnos más. El personal de administración y servicios cae 4.611 efectivos en tan solo un año.

Alumnado
El  alumnado que hay que atender con esos recursos menguados ha crecido,  especialmente en los centros públicos. Además, los fondos se reparten  con menor equidad.
El alumnado de Enseñanzas de Régimen General  (Infantil, Primaria, Secundaria, Bachillerato, Formación Profesional  (FP), Programas de Cualificación Profesional Inicial (PCPI) y Educación  Especial) de los centros públicos aumenta lenta pero continuamente desde  el inicio de la crisis, rompiendo una tendencia que comenzó con los  primeros gobiernos conservadores.
La evolución no ha sido la  misma en todas las comunidades autónomas: Aragón, Cantabria y Catalunya  registran los mayores incrementos, que son inexistentes en Navarra,  Murcia y País Valencià.
El crecimiento también ha sido desigual  por etapas: la educación pública no ha perdido peso en ningún nivel  educativo, pero sí lo ha ganado en Infantil (0-2), Bachillerato, FP de  Grado Medio y PCPI; es decir, fundamentalmente en la postobligatoria,  acogiendo a jóvenes sin alternativa laboral.
En los últimos cinco  años, han crecido en medio millón los alumnos de la red pública, frente  a los 127.500 que han aumentado en la privada.
Profesorado y resto de trabajadores y trabajadoras de la enseñanza
Ahora  hay más estudiantes que tienen que ser atendidos por menos docentes,  puesto que, según los datos del Boletín Estadístico del Personal al  Servicio de las Administraciones Públicas, elaborado por el Ministerio  de Hacienda y Administraciones Públicas, la educación pública no  universitaria ha perdido cerca de 33.000 profesores en el periodo  comprendido entre enero de 2012 y julio de 2013 como resultado de la  tasa de reposición impuesta por el Gobierno (de cada 10 docentes que se  jubilan, solo se sustituye a 1) y la no renovación de personal interino.
La  pérdida de puestos de trabajo ha sido frenada tímidamente por empleos  temporales, que están sustituyendo a los fijos y fomentan la rotación.  Sin embargo, ni así se detiene la hemorragia que sufre la educación  pública no universitaria.
El periodo analizado -de enero de 2012 a  julio de 2013- nos proporciona una foto más exacta de la plantilla  docente en los colegios e institutos españoles, ya que incluye el  intervalo comprendido desde la aplicación del Real Decreto 20/2012, de  13 de julio, hasta la finalización del curso académico.
En  síntesis, desde 2012 la enseñanza pública ha perdido en torno a 33.000  docentes, a pesar de contar con unos 55.000 alumnos más. La enseñanza  privada ha ganado 900 docentes con alrededor de 7.500 alumnos más.
El  personal de administración y servicios -en el que se engloba el  personal directivo y especialista sin función docente, el de  administración, y el subalterno y de servicios- se ha reducido, entre  los cursos 2011/2012 y 2012/2013, casi un 6%; es decir, ha perdido 4.611  efectivos en tan solo un año, según el Consejo Escolar del Estado.
Ratios
La  consecuencia de ambas circunstancias (más alumnado y menos profesorado)  ha provocado que la ratio de estudiantes por unidad o grupo en la  enseñanza pública iguale (en Educación Especial, Secundaria o PCPI) o  supere (en Infantil 0-2, Bachillerato y FP de Grado Superior) a la de la  privada. Solo en Infantil 3-5 y Primaria es algo inferior.
En  este sentido hay que matizar que las ratios oficiales están  distorsionadas por el cómputo de alumnas y alumnos procedentes de  escuelas rurales y con necesidades especiales, que, por sus  características, se integran en clases con menor número de estudiantes y  su porcentaje es más elevado en los centros públicos.
Es decir,  la ratio de los centros públicos ha empeorado en los años de la crisis  en todas las etapas y, especialmente, en Infantil 0-2, Bachillerato y  FP.
     











