
El sindicato promueve un uso de la lengua más inclusivo desde el punto de vista del género y más igualitario desde la práctica democrática del lenguaje
Ante la polémica desatada a raíz de la publicación del informe de la Real Academia de la Lengua Sexismo lingüístico y visibilidad de la mujer, CCOO apela a la responsabilidad social de esta institución para que apueste por el reconocimiento del importante papel de estas guías para fomentar la reflexión en la sociedad acerca del uso sexista del lenguaje. En este sentido, agradecemos la iniciativa de la RAE con la publicación de un trabajo serio y documentado, que contribuye precisamente a esa reflexividad.
En una carta abierta de la secretaria confederal de la Mujer de CCOO, Carmen Bravo Sueskun, a Ignacio Bosque, académico y autor del informe, argumenta que con el término guías agrupamos una serie de publicaciones que recogen recomendaciones y alternativas para evitar que el lenguaje sea un instrumento generador de sexismo y consiguientemente de discriminación.
El conocimiento de las numerosas publicaciones para la utilización de un lenguaje no sexista debiera servir para reconocer que el lenguaje de comunicación tiene vida propia y que, por tanto, va modificándose de acuerdo con la necesidad de las personas de de representar una realidad cambiante. Por ello la Academia debería mostrarse receptiva ante estos cambios en el uso del lenguaje y más cuando éstos contribuyen a aumentar la visibilidad de las mujeres.
Comisiones Obreras promueve un uso de la lengua más inclusivo desde el punto de vista del género y más igualitario desde la práctica democrática del lenguaje. Nuestra apuesta por un lenguaje inclusivo de género no carece de fundamentos lingüísticos, ni de objetivos sociales: lograr una sociedad más igualitaria. Conocemos la exigencia que una parte importante de la comunidad hablante, fundamentalmente de las mujeres pero también de los hombres, nos hace llegar: el genérico masculino no les sirve y no les representa, con ese uso genérico, ni a ellas ni a ellos.
Desde el uso del lenguaje también se puede cambiar una realidad social discriminatoria para las mujeres. El lenguaje no es reflejo de la realidad sino representación de ésta.
Por último, la Real Academia Española debería preocuparse por la escasa presencia de mujeres en su seno y promover cambios que permitan el acceso de éstas a una institución que carece de la presencia femenina que debería corresponderse con la realidad.