El sindicato destaca que la falta de personal administrativo merma la calidad y eficiencia del servicio educativo sumado a una sobrecarga, no reconocida, del profesorado y debilitamiento del servicio educativo que afecta directamente al alumnado y al funcionamiento diario de los centros.
CCOO ha advertido que la falta estructural de personal administrativo en los centros y direcciones provinciales de Educación está poniendo en riesgo el correcto funcionamiento del sistema educativo castellano y leonés. Por ello, este 4 de diciembre, las Federaciones de Enseñanza (FE-CCOO CyL) y de Servicios a la Ciudadanía (FSC-CCOO CyL) se han concentrado conjuntamente frente a la Consejería de Educación de la Junta para exigir una solución inmediata.
De los 939 puestos, tanto en direcciones provinciales como en centros educativos, la Federación de Enseñanza de CCOO CyL destaca que un 25% (234) continúan sin estar cubiertas y de las que sí lo están el 40% son de forma temporal (375). Estas alarmantes cifras se agravan en el detalle de los centros, con un 52% de plazas vacantes y un 20% temporales.
Esta dejadez por parte de la Junta de Castilla y León tiene grandes consecuencias para el sistema educativo de la Comunidad. Una de ellas, tal y como ha denunciado el coordinador del sector autonómico de la FSC-CCOO CyL, Juan Carlos Hernández, es la “lamentable” situación de los y las compañeras debido a la sobrecarga del personal docente, que debe contrarrestar la falta y retraso en las sustituciones.
Una carencia que no sólo sufre el profesorado sino también el alumnado. Y es que esta escasez estructural que deja en ocasiones a los jóvenes de la Comunidad sin profesorado, interrumpiendo el proceso educativo, o sin acceso a diferentes prestaciones; lo que se supone una vulneración del derecho a la educación del estudiantado.
Por su parte, el secretario general de la Federación de Enseñanza de CCOO CyL, José Antonio Alegre, ha exigido frente a la Consejería de Educación que se “dote de inmediato a estos servicios de los recursos humanos necesarios” para garantizar la salud de su personal, el respeto a las condiciones laborales y el correcto funcionamiento de los centros, y priorizar lo que verdaderamente importa: la educación.












