Uno de cada cuatro profesores falta a clase por enfermedad 15 días al año

Las enfermedades relacionadas con los huesos, así como las depresiones y otros trastornos psiquiátricos, son los problemas de salud más frecuentes entre los docentes murcianos, según el informe del Consejo Escolar de la Región, que analiza todas las cifras del sistema educativo regional del curso 2008/2009. Según estos datos a los que ha tenido acceso LA OPINIÓN, 4.702 profesores estuvieron de baja ese año, una cifra muy similar a la del curso anterior. Teniendo en cuenta que la plantilla de profesores entonces era de 19.349 (ahora superan los 21.000), el resultado es que uno de cada cuatro docentes estuvo de baja en algún momento durante el curso. La duración media de las ausencias justificadas por enfermedad es de entre quince y dieciséis días.

Los problemas psiquiátricos son los terceros por causa de enfermedad, pero si se mira el número de días de absentismo que provocan, suben al segundo puesto, por detrás de las dolencias relacionadas con los huesos. Entre otras conclusiones que se pueden extraer del cuadro que acompaña a esta información, también destaca el hecho de que la media de bajas por curso es de algo más de tres por docente.

La Comunidad Autónoma ha anunciado recientemente que tiene intención de poner en marcha un plan de absentismo para los funcionarios que también será de aplicación para los docentes, aunque aún no se conocen los detalles ni lo que implicará para los empleados públicos.

Síndrome del quemado

Las preocupantes cifras de absentismo por ansiedad o depresión llevan al Consejo Escolar a reclamar que se tomen medidas para que no se extienda entre los docentes murcianos el conocido como síndrome del quemado (burn out). Para ello, pide que se reconozca «la autoridad intelectual y profesional de los docentes, de modo que el ejercicio de la profesión no conduzca a la proliferación de bajas psiquiátricas y de desgaste profesional».

Para motivar a los profesores, el Consejo Escolar propone a la consejería de Educación que impulse actuaciones para recuperar el prestigio social del docente, además de la implantación de una carrera profesional «que suponga promoción y realización».

Además, el Consejo anima a las administraciones a hacer campañas de comunicación para captar «a los mejores titulados universitarios, a fin de que se dediquen a la enseñanza».