
Sesión de la Mesa Sectorial deUniversidades de 6 de septiembre de 2011.
Cuando creíamos que el proyecto de Estatuto del PDI estaba a punto de pasar a la historia tras la paralización de la negociación y el casi inexistente contacto con los sindicatos desde el pasado 4 de abril, el Ministerio convocó la Mesa Sectorial de Universidades para informar a los sindicatos sobre el estado de la tramitación del Estatuto del PDI y su memoria económica.
Como ya hemos venido informando, los sindicatos nos hemos opuesto frontalmente al nuevo texto manejado por el Ministerio a partir de su reunión con los Rectores y Comunidades Autónomas. Se trata de un texto que se distancia sustancialmente del texto
acordado en el seno de la Mesa Sectorial del 7 de enero y 4 de abril con los sindicatos en materias tan sensibles como la jornada (su cómputo según la actividad), la diversificación en la dedicación (docente, investigadora o transferente), o la movilidad, entre otros. Y todo esto, a pesar del compromiso del Director General de Universidades de defender el texto negociado y acordado.
En la versión que se ha presentado en la sesión del 6 de septiembre, el Ministerio, haciendo caso omiso de la creciente oposición a sus planteamientos, no solo mantiene el texto modificado el 25 de mayo tras la reunión del Consejo de universidades (el de los rectores) sino que ha continuado incorporando nuevas propuestas y alguna que otras ocurrencias que empeoran aún mas si cabe el texto definitivo.
En líneas generales se liberaliza la dedicación docente y la jornada, dejándola al arbitrio de cada universidad, se incrementa el poder de éstas para decidir sobre aspectos determinantes de la actividad profesional del PDI (su dedicación a la investigación, o la docencia, o el número de horas lectivas) así como de la carrera profesional (evaluaciones, baremos, etc.) y se limita y condiciona la participación de los docentes en la determinación de sus condiciones de trabajo a través de sus representantes.
Los sindicatos
unanimamente manifestamos nuestra oposición al texto presentado y exigimos que se vuelva a tomar como texto de referencia el acordado por el Secretario General de Universidades con los Sindicatos en la sesión del 7 de enero y de 4 de abril de la Mesa Sectorial de Universidades. A tal fin recordamos las propias declaraciones del Director General de Universidades en las que afirmó (consta así en acta) que el acuerdo alcanzado en la mesa (de 4 de abril) lo hace suyo el Ministerio y así lo defenderá en todos los foros que corresponda.
Paralelamente y para demostrar la flexibilidad y la permanente voluntad de alcanzar un acuerdo satisfactorio para la mayoría, Comisiones Obreras mostró su disposición a que se invite a una representación de los Rectores a la Mesa Sectorial para, sobre la base del único texto que tiene la naturaleza de acuerdo –el alcanzado en dicha mesa el 4 de abril-, hacer un último esfuerzo para intentar aproximar y eventualmente incorporar, en el caso de que así se considerase, algunas de las propuestas o reivindicaciones de los rectores.
Así tendríamos la posibilidad de contrastar y aclarar las posturas de sindicatos y rectores mediante el contacto directo, procedimiento que podría ser más efectivo, claro y transparente que el que se ha desarrollado hasta el momento con la intermediación que no siempre ha podido resultar clara o efectiva de la Dirección General de Universidades.
A la espera de la contestación del Secretario General de Universidades a nuestra propuesta, (aunque parece evidente que está absolutamente entregado al texto de los rectores) desde Comisiones Obreras declaramos que no cesaremos en la defensa del acuerdo alcanzado con el Ministerio el 7 de enero y 4 de abril de este año, incluso por la vía judicial si fuera preciso. Que estamos abiertos al diálogo pero no al trágala de un texto que choca abiertamente con los intereses del personal docente e investigador.
Hacemos un llamamiento a todos el Personal Docente e Investigador a sumarse a la presión y la movilización para la defensa de un texto del estatuto que recoja adecuadamente nuestros derechos.
Si aún no lo has hecho,
firma el manifiesto en contra del Estatuto