Los servicios públicos son la salvaguarda del estado del bienestar

A consecuencia de los recortes, la calidad del servicio público empieza a disminuir y las consecuencias no tardarán en notarse. Quieren hacernos creer que sobran empleados públicos, que son muchos y se pasan la jornada laboral “tomando café”. Pero, a poco que pensemos, se nos ocurren múltiples ejemplos, tantos como servicios, que ilustran sobre las posibles consecuencias: el servicio de urgencias médicas, las aulas con mayor número de alumnos, servicio de bomberos, servicio forestal de limpieza (clave para evitar incendios en verano)… Con recortes de plantilla, ¿pueden tener la misma calidad? Evidentemente, no.

Ya estamos sufriendo el deterioro de los servicios públicos con los recientes recortes en todos ellos. Si no nos oponemos con firmeza, no van a parar, quieren acabar con todo y eso no podemos consentirlo, porque los servicios públicos son la salvaguarda del estado del bienestar.

En este contexto es fundamental la negociación de los Presupuestos Generales del Estado, la oferta de empleo público, la tasa de reposición, los recortes y sus consecuencias en la calidad de los servicios públicos, los derechos sindicales, las pagas extraordinarias… Ante la dimensión de todos estos temas, es necesario propiciar el debate y la movilización.