
La bajada en el índice general de precios en siete décimas en el mes de enero no ha sido suficiente para evitar un repunte de 3 décimas en la inflación de los últimos 12 meses, hasta situar la tasa interanual en el 3,3%, con la consiguiente repercusión negativa en la actividad de la economía española. En la actual situación, sería muy deseable un fuerte compromiso con la estabilidad de precios por parte de los agentes económicos y sociales, pero la conducta de una parte de los empresarios deja mucho que desear en este terreno al mantener todavía márgenes excesivos.
Los precios se redujeron en enero debido a las rebajas en los capítulos de vestido (-1,019%) y calzado (-0,176%), en la misma línea que los viajes organizados (-0,125%). La subida en la electricidad (0,236%), los carburantes (0,185%) y el tabaco (0,058%) han impedido un descenso más acentuado de los precios en el mes de enero.
La evolución de los precios en los últimos doce meses recoge el fuerte protagonismo de una relación concreta de bienes. Destaca la energía eléctrica con una subida anual del 15,0% y del grupo de bebidas alcohólicas y tabaco (16,1% en su conjunto y un 21% el tabaco). La intensa elevación en el precio de los derivados del petróleo (8,7%) también ha colaborado activamente al mal resultado del índice general de precios en los últimos 12 meses. El grupo de otros bienes y servicios (2,8%) y enseñanza (2,3%) ha aumentado también sus precios por encima del 2%.
La subida de impuestos sobre el consumo decidida por el gobierno en los últimos 12 meses ha sido trasladada en una gran parte a los precios finales por los empresarios, tal y como refleja la diferencia con la tasa interanual del IPCA calculada a impuestos constantes (1,7% frente a 3,3%).
La inflación subyacente -sin alimentos no elaborados y productos no energéticos- se sitúa en una tasa interanual inferior (1,6%), pero con una preocupante tendencia sostenida al alza que puede incluir los temidos "efectos de segunda ronda", es decir, el traslado a los precios finales de todos los productos de la inicial elevación de los precios energéticos.
La evolución de los precios españoles mantiene su evolución desfavorable al acumular en el último año un nuevo diferencial de 0,6% con los países miembros de la Unión europea. En la actual situación, sería muy deseable un fuerte compromiso con la estabilidad de precios por parte de los agentes económicos y sociales pero la conducta de una parte de los empresarios deja mucho que desear en este terreno al mantener todavía márgenes excesivos. En este terreno urge encontrar soluciones en materia energética para garantizar la producción a un precio mucho más razonable y sería preciso abrir los procesos de dialogo incorporados en el Acuerdo Social y Económico suscrito.
En la negociación colectiva, tal y como se establece en el Acuerdo Interconfederal de Negociación Colectiva, CCOO defenderá una negociación centrada en la productividad obtenida en el sector, rama de actividad o empresa, combinada con el objetivo de no incurrir en pérdidas de capacidad de compra de los trabajadores (incluidas cláusulas de garantía de cumplimiento de lo pactado), salvo que concurran las condiciones justificadas en el AINC.