La inflación interanual repunta hasta el 3% en Castilla y León, mientras los salarios y el empleo siguen cayendo fuertemente

En agosto, la inflación ha experimentado un fuerte repunte, tanto en Castilla y León como en el conjunto de España. Respecto al mes anterior, los precios subieron seis décimas tanto a nivel regional como nacional, impulsados fundamentalmente por el nuevo incremento del precio de los combustibles.

La inflación interanual, que refleja la variación de los precios respecto al mismo mes del año anterior, también ha repuntado fuertemente, por segundo mes consecutivo. En Castilla y León, la inflación interanual ha alcanzado el 3% en Agosto, cuando en Junio era del 2,4%. En España, la inflación interanual se sitúa en el 2,7%, también con un fuerte incremento desde el 1,9% de Junio. Nuestra Comunidad cumple 30 meses consecutivos con una inflación superior al promedio nacional y se sitúa, junto a Cataluña y Cantabria, entre las CCAA más inflacionistas de España.

Entre las principales causas de la excesiva inflación destacan: el transporte, con un 6,8% de incremento interanual en Castilla y León y, particularmente, el transporte privado, por la subida del precio de los carburantes; la electricidad, el gas y otros combustibles para la vivienda, +13%; los medicamentos y otros productos farmacéuticos, +8,9%; y la Enseñanza, +3,2%, fundamentalmente por el encarecimiento de la educación universitaria. También se ha incrementado el precio de alimentos básicos como los huevos (+20,3%), la fruta fresca (+5,8%) y las patatas (+9,3%). En el lado contrario, entre los productos que han bajado de precio en el último año destacan las telecomunicaciones, los equipos informáticos y los hoteles.

Por provincias, Ávila (3,3%), Palencia (3,1%), Valladolid (3,1%), Burgos (3%), León (3%), Salamanca (3%) y Segovia (2,9%) se encuentran entre las más inflacionistas de España en términos interanuales. Sólo Soria y Zamora, con el 2,7%, se sitúan en consonancia con la media nacional.

La inflación subyacente, que excluye del cómputo los precios de los alimentos no elaborados y los productos energéticos, se mantiene relativamente baja, en el 1,4% tanto en Castilla y León como en el conjunto de España, lo cual refleja que el repunte inflacionista se debe en gran medida al incremento del precio de los carburantes. La tendencia de la inflación a medio plazo parece ser a la baja, como consecuencia de la absoluta depresión de la actividad económica y de la demanda interna. No obstante, de cara a los próximos meses el encarecimiento de los carburantes, de los suministros del hogar y los recortes en sanidad y en educación seguirán contribuyendo a mantener una inflación excesiva. Por añadidura, a partir del mes de septiembre se notará el efecto de la nueva subida del IVA, que sin duda repercutirá en un nuevo fuerte incremento de la inflación.

La estrategia de política económica emprendida en España para salir de la crisis se basa en tratar de aplicar una devaluación interna, ante la imposibilidad de implementar una devaluación de una moneda propia que ya no tenemos. Se trata de una estrategia suicida centrada en una fuerte caída de los salarios y, con ello, pretendidamente, de los precios, para tratar de mejorar la competitividad exterior de nuestros productos, con el enorme coste de provocar un brutal hundimiento de la demanda interna mientras dure el proceso. Sin embargo, de momento, sólo se está observando la fuerte caída de los salarios. Según los datos de la Encuesta de Coste Laboral del INE, los salarios reales acumulan una fuerte caída desde 2010 en Castilla y León y en el conjunto de España. A esto hay que sumar la fuerte destrucción del empleo, a un ritmo superior al 2% anual en 2010 y 2011, que se está intensificando hasta el 4% en 2012. Los salarios reales están cayendo fuertemente porque mientras los salarios nominales apenas crecen o incluso disminuyen, los precios continúan aumentando. En 2012, esta tendencia se intensificará, por la acción conjunta del recrudecimiento de la crisis económica y el repunte de la inflación. Las actuales políticas económicas sí están reduciendo los salarios, pero no están actuando para moderar los precios ni lo pretenden, sino más bien al contrario. De esta forma, la pretendida estrategia de la devaluación interna lo único que está provocando, además del hundimiento absoluto de la demanda interna (consumo, inversión y gasto público) es una brutal transferencia de la renta nacional (cada vez más escasa) de los trabajadores a los empresarios, que de acuerdo con los datos de la Contabilidad Nacional ya superaría los 30.000 millones de euros en los tres últimos años (el tamaño de las economías de las provincias de Valladolid, Burgos y León juntas).

Las políticas económicas que se están aplicando en España y en Castilla y León son un rotundo fracaso y, además, conllevan la pérdida de derechos sociales y laborales fundamentales conquistados a lo largo de décadas. Por ello, desde CCOO demandamos al gobierno de la nación y a la Junta un giro total de sus políticas injustas e ineficientes. Demandamos otras políticas económicas, que pasen por una evolución equilibrada de la distribución factorial de la renta entre trabajadores y empresarios, a través de una moderación de los precios y el freno a la caída de los salarios reales, que impulse el consumo privado gracias a la mejora del poder adquisitivo de los trabajadores. Ello ha de ir acompañado por la introducción de políticas de estímulo de la actividad económica y el empleo a través de la recuperación del gasto y la inversión públicos, que contribuyan a incentivar una demanda interna que se encuentra cada vez más hundida.