
La Consejería de Educación pretende poner en marcha una nueva modalidad a distancia para cursar el bachillerato.
La Consejería de Educación de la Junta de Castilla y León, a final de curso y sin previo aviso, como por otra parte ya nos tiene acostumbrados últimamente, pretende poner en marcha, para el año próximo, una reorganización del bachillerato, en el que la medida estrella va a ser una nueva modalidad a distancia, que reduce de cuatro a una sola hora presencial, un gran número de asignaturas que se cursaban en los IES del mundo rural, poniendo en tela de juicio, por un lado, la igualdad de oportunidades de los alumnos que viven en los pueblos de esta Comunidad y, por otro, la dignidad de su profesorado, además de un número indeterminado de puestos de trabajo.
La formación a distancia, en esta etapa, ya es una realidad en nuestro sistema educativo, pero no es una alternativa a la enseñanza ordinaria: su función se limita a permitir la continuidad académica de aquellos alumnos que no pueden compatibilizar sus actividades profesionales con la docencia diurna. Nunca puede ser una alternativa porque el alumnado necesita las explicaciones, apoyo, correcciones y control diario durante las cuatro horas semanales de carga horaria que establece el currículo de bachillerato para estas asignaturas de modalidad. ¿Cómo van a suplir en la PAU los alumnos de 2º de bachillerato la formación que reciben durante cuatro horas semanales mediante una hora tutorializada? Que el bachillerato a distancia no puede ser una alternativa al bachillerato presencial es tan evidente que ningún alumno que tuviese la posibilidad de elegir entre los dos, lo haría por el de distancia. El problema está en los numerosos IES del entorno rural de Castilla y León cuyos alumnos no van a tener la opción de elegir entre uno u otro, viendo así reducidas sus opciones en la PAU y en la oferta educativa de las enseñanzas superiores, como han denunciado las AMPAS afectadas por un nuevo recorte que discrimina y aísla, cada día más, al mundo rural de Castilla y León.
Desde la Federación de Enseñanza de CCOO creemos que el objetivo de dicha medida es arañar profesorado de los IES de los pueblos para poder hacer frente a un aumento de la matrícula del conjunto de la enseñanza pública de Castilla y León, sobre todo en la Formación Profesional (según datos de la Consejería de Educación en Castilla y León el número de alumnos matriculados en centros públicos aumentó este curso en 3.323), mientras se mantiene el recorte del gasto en educación de los Presupuestos Generales de Castilla y León, por encima de lo que se viene reduciendo en otros capítulos de gasto del gobierno regional (mientras que la reducción de gasto de en los PGCyL ha sido del -2,45% del Presupuesto de 2013 respecto del de 2012, el de la Consejería de Educación ha sido del -5,58%, dejándose de invertir en nuestro sistema educativo unos 106,5 millones de euros).
Por ello desde la FECCOOCyL exigimos que se paralice el proceso de reorganización de un bachillerato, sobre todo en la modalidad a distancia que no convence a ningún miembro de la comunidad educativa (padres y madres, alumnos y alumnas y profesorado). Exigimos a la Junta de Castilla y León que, si realmente está comprometida con el futro de esta Comunidad Autónoma deje de recortar en educación por encima de otras partidas presupuestarias y eleve el número de profesores para el próximo curso, dado el aumento de matrícula en las enseñanzas públicas, sobre todo en el ya castigado mundo rural que necesita de los servicios públicos para evitar una despoblación y abandono que este Gobierno está ahondando.