Castilla y León es la cuarta comunidad autónoma con un porcentaje más alto, solo superada por Cantabria, Extremadura y La Rioja (la media nacional se situó en el 58,8 por ciento).
La educación privada en Castilla y León generó, durante ese curso, unos beneficios de 10,6 millones de euros en la enseñanza no universitaria y de 4,2 millones en la universitaria.


