
Los datos de la última Encuesta de Población Activa, relativos al último trimestre de 2011, señalan un incremento de la tasa de paro juvenil, que sobrepasa ya el 36%.
Desde que comenzó la crisis en 2008, el número de jóvenes activos (es decir, que tienen empleo o lo buscan) se ha desplomado en más de un millón de personas, pasando de 5,4 a 4,4 millones. Este dato refleja no sólo una elevadísima cifra de desempleo (un tercio del total de parados son menores de 30 años), sino además un abandono en la búsqueda del mismo, fruto de la frustración y de la falta de perspectivas. De este modo, analizando las cifras en profundidad, se observa que aunque el número global de parados jóvenes ha descendido en 1.400 personas, el descenso continuado de la población activa nos indica que si se contabilizaran todas las personas que realmente están en paro, las cifras de desempleo serían aún más altas, ya que muchos jóvenes al no buscar activamente empleo no figuran en las encuestas. El desánimo que cunde entre los colectivos laborales de menor edad conduce a la falta de interés por buscar un empleo, porque entienden que no lo van a encontrar.
Jóvenes CCOO considera que el Gobierno que preside Mariano Rajoy debe adoptar urgentemente medidas de reactivación de la economía que estimulen la creación de empleo y permitan frenar la sangría de paro entre la juventud española. Medidas que no han de pasar por una nueva e innecesaria reforma laboral, con nuevas modalidades de contratos que abaraten el despido. Tampoco constituye una alternativa abandonar a los trabajadores y trabajadoras a la precariedad total con miniempleos, falta de cotizaciones, becas de prácticas interminables o salarios ínfimos. Es crucial que se elabore una estrategia a corto, medio y largo plazo que permita abordar el ya estructural desempleo joven, estableciendo una financiación presupuestaria específica. Se hace necesaria una apuesta por la formación que dé cobertura a quienes carecen de cualificación suficiente; por la investigación y el desarrollo, que permita a jóvenes con titulación superior tener un espacio en nuestro mercado laboral y evitar así la "fuga de cerebros", y por el refuerzo a la estructura de la negociación colectiva, para evitar más despidos y proteger a aquellas personas que aún mantienen su puesto de trabajo. Éste ha sido el objetivo del II Acuerdo por el Empleo y la Negociación Colectiva, firmado por patronal y sindicatos.