La Federación de Enseñanza de CCOO rechaza la decisión del Ministerio de Educación de suspender la convocatoria de préstamos renta para alumnos que quieran estudiar un máster oficial o un doctorado en España o en cualquier otro país europeo, alegando los elevados intereses. Al parecer los responsables ministeriales han reconocido que la medida responde a los recortes que viene sufriendo el Departamento.
Esta decisión, planteada una vez más sin consultar a los órganos de representación universitaria y de la que nos enteramos por los medios de comunicación, se inscribe en las declaraciones formuladas el mes pasado por el ministro de Educación, José Ignacio Wert, en las que anunciaba su propósito de revisar el sistema de becas universitarias para endurecer los requisitos académicos que han de cumplir los estudiantes para obtenerla y mantenerla, con el objetivo de fomentar la excelencia. El telón de fondo de la iniciativa no es otro que dar otra vuelta de tuerca a los recortes en la enseñanza pública universitaria.
Es evidente la intención del Ministerio de echar por tierra el actual modelo de becas en el que se combinan las ayudas que otorgan más peso a la renta familiar, destinadas a fomentar la equidad, y aquellas otras que se basan más en criterios de rendimiento académico.
Lo peor es que con este tipo de declaraciones se fomenta un clima de incertidumbre en los estudiantes y en sus familias y más en una época de grave crisis en que la mayoría de las economías familiares atraviesan dificultades para costear los estudios universitarios de sus hijos.
En los últimos años la inversión en becas ha pasado de un 0,08% del PIB a un 1,1%. El número de alumnos que se han beneficiado de alguna beca o ayuda ha crecido un 20% en ocho años.
Aun así el porcentaje de becarios en España es un 20% inferior que en Alemania. La diferencia con algunos países llega incluso al 40%. En el último curso, pese al crecimiento de un 10% en la primera matrícula, se mantuvo el incremento en las becas para alcanzar al 20% del total de alumnos.
