
CCOO denuncia la intención soterrada del Ministerio de acelerar el desmantelamiento del programa, que ofrece clases complementarias de lengua materna a aquellos alumnos cuya nacionalidad o la de sus padres es o haya sido la española.
El pasado 18 de junio, el pleno del Consejo General de la Ciudadanía Española en el Exterior (CGCEE), con total unanimidad por primera vez en su historia, hizo pública una resolución sobre las Agrupaciones de Lengua y Cultura Españolas (ALCE) en la que solicitaba al Ministerio de Educación la retirada de las Instrucciones Complementarias para el curso 2013-14.
El MECD aceptó celebrar el 27 de junio una reunión con la Comisión Delegada del CGCEE para valorar la situación y decidir después qué postura tomar. Un día antes, Educación hizo gala de su talante habitual dando orden de difundir a las familias la información paralizada sin ni tan siquiera haber esperado a celebrar la reunión pendiente. Sus representantes acudieron a dicha reunión no para debatir sobre el tema en cuestión, sino para ensalzar las “bondades” de las clases semipresenciales. Esta falta de respeto al CGCEE, cuyos miembros se desplazaban desde distintos puntos de Europa para asistir a la reunión, hizo que al día siguiente este hiciera público un comunicado en el que denunciaban una vez más la postura del MECD, finalizando con una llamada a la movilización y un anuncio de que se pediría la dimisión de los responsables de las instrucciones de no iniciarse un proceso de diálogo.
A pesar de las manifestaciones del 29 de junio en París y Bruselas rechazando la semipresencialidad convocadas por CAPFERF e Izquierda Unida, respectivamente, y apoyadas por CCOO y FACEEF, entre otros; a pesar de las miles de firmas recogidas en su contra; a pesar de la postura unánime del CGCEE y de las organizaciones sindicales rechazando esa vía; a pesar de que importantes organizaciones políticas se han manifestado públicamente en contra; la reacción del Ministerio, en una clara huída hacia adelante, ha sido reafirmarse en sus intenciones. Simultáneamente la Administración, aduciendo una supuesta desinformación de la comunidad educativa, ha anunciado su intención de desarrollar una campaña de propaganda general para convencer a toda la comunidad ALCE de las ventajas de los recortes y la semipresencialidad.
Llegado este punto, CCOO exige la dimisión del equipo ministerial y la apertura de nuevas negociaciones que culminen en una orden en la que el trabajo on-line sea simplemente un recurso más al servicio de las clases presentaciones, que no deben ser sustituidas.