Después de tres lustros de aplicación de la Logse, la Junta de Castilla y León ha decidido cerrar las aulas del primer ciclo de Enseñanza Secundaria Obligatoria (ESO) en centros rurales agrupados «por motivos de calidad», según manifestó ayer la directora provincial de Educación, Mercedes Fernández Gordón, que negó que sean ciertos los datos que aportó el Sindicato de Trabajadores de la Enseñanza (Stele), según los cuales está prevista la eliminación de 18 unidades de ESO en catorce centros rurales agrupados de León.
Fernández Gordón señaló que los datos sobre alumnos afectados y unidades que se clausurarán se conocerán a principios de la semana que viene, «cuando esté terminado el estudio» relativo al caso. Sin embargo, «ya se ha hablado con los profesores, equipos directivos y padres», atendiendo las solicitudes que, en su caso, han planteado los últimos. «Algunos padres han solicitado que sus hijos vayan a la residencia de Astorga y otros una ruta específica a lis institutos», señaló la directora provincial.
En cualquier caso «no es ahorro, sino mejora de la calidad educativa la que lleva a tomar la medida, porque si me llevo diez niños a un centro con 58 alumnos tenemos que abrir una tercera unidad. No se pueden tener los niños en dos niveles de ESO. Es necesario incorporarlos a los Institutos de Enseñanza Secundaria (IES), porque en los CRA los chicos tienen 22 unidades y media de clase frente a las 30 de los alumnos de los IES, con la desventaja que supone para los primeros. Además, si bien es cierto que los profesores de Primaria son muy buenos, no tienen el grado de especialización de los docentes en los institutos». Tampoco son los mismos «los medios de uno y otro tipo de centros para impartir la educación».