
El gobierno económico de la UE no puede dejar de lado el empleo y el modelo social.
Para CCOO y UGT las conclusiones de la Cumbre de primavera del Consejo Europeo, celebrada durante los días 24 y 25 de marzo, vuelven a ser profundamente decepcionantes.
Para CCOO y UGT, la Cumbre de primavera del Consejo Europeo no ha aportado muchas novedades. En una Declaración conjunta manifestan que "se ha limitado a ratificar, con pocas concreciones adicionales, las decisiones adoptadas en la anterior cumbre del Consejo (11 de marzo) sobre el Pacto por el Euro y la creación del Mecanismo Europeo de Estabilidad Financiera (MEDE)", así como en las reuniones del ECOFIN sobre las seis medidas legislativas de la propuesta de Gobernanza económica de Europa de la Comisión Europea.
Así, la Declaración de los sindicatos españoles dice:
"El conjunto de decisiones y orientaciones del Pacto por el euro y el Plan de gobernanza definen una política y un modo de gobernar la UE, en lo económico y social, basado en:
- La absoluta primacía de los objetivos del Pacto de Estabilidad, sobre déficit y deuda públicos, a cuya consecución en un breve plazo de tiempo deben someterse todos los gobiernos a través de durísimos planes de ajuste presupuestario. Para los actuales responsables políticos, gobernar económicamente Europa parece ser, ante todo, vigilar, controlar y castigar a los Estados miembros que se aparten de esos objetivos. Los castigos serán fuertes multas que aumentarían sus déficits.
- Las prescripciones sobre competitividad y estabilidad financiera se orientan inequívocamente a la reducción de las prestaciones sociales y de la calidad de los servicios públicos fundamentales y a la reducción del empleo en estos últimos.
- El fomento de la competitividad de las economías europeas, especialmente de las periféricas, a través de la reducción de los costes salariales y laborales y el debilitamiento de la negociación colectiva. Las alusiones que, en las conclusiones del Consejo, se hacen a los factores que realmente pueden fortalecer, de modo permanente, la productividad y la competitividad -educación y formación profesional, I+D+i, etc.- son de mero trámite, no sólo por su brevedad y su carácter genérico sino por el hecho de que los recortes presupuestarios impuestos están haciendo disminuir la inversión pública en estos capítulos en muchos países de la UE, España entre ellos.
- La creación de empleo se presenta como consecuencia de las reformas de los mercados laborales, que impulsen la flexiguridad, y nunca a medida alguna que potencie la inversión y el crecimiento económico. Y esto es un profundo error. Es bien sabido que las reformas laborales, por sí solas, no crean empleo, como ha vuelto a demostrar la reciente reforma en España.
El Consejo sigue sin abordar, con seriedad y firmeza, la gestión de la crisis de las deudas soberanas mediante un conjunto de medidas, a corto y medio plazo, eficaces y que aseguren la sostenibilidad financiera futura de los países. Mientras que Portugal está en una situación límite, no se aprobó la decisión más urgente que debía adoptarse: el aumento de la capacidad de préstamo efectiva del Fondo Europeo de Estabilidad Financiera (FEEF) a 470.000 millones de euros. Lo dejó para junio. Eso sí, estableció ya los elevados tipos de interés de los préstamos del nuevo mecanismo, el MEDE, que deberá sustituir al FEEF a partir de 2013. Tampoco ha adoptado otras medidas de apoyo urgente que permitieran hacer bajar los tipos de la deuda portuguesa en los mercados. Una vez más, el Consejo llega tarde y mal a un nuevo episodio de la crisis de las deudas soberanas. Su actuación es un factor que alimenta esta crisis que, al mismo tiempo, sirve de justificación para agudizar la orientación neoliberal de sus políticas. Si el FEEF fuese un mecanismo que asegurase realmente la estabilidad financiera y la sostenibilidad futura de las finanzas públicas, de un modo solidario, ¿cómo es posible que los gobiernos, antes el irlandés y ahora el portugués, se resistan tan fuertemente a acudir a él?
De nuevo, es el olvido, o la completa subordinación, de los estímulos al crecimiento y la creación de empleo la principal crítica que se puede hacer a las decisiones del Consejo Europeo. Cuando el número de parados de la UE supera los 23 millones y no se vislumbran, a corto plazo, tendencias claras de reducción de su número esto es injustificable.
Para CCOO, UGT y la CES las medidas prioritarias de la política y del gobierno económico de la UE deberían ser las que impulsaran el crecimiento económico y la creación de empleo. Medidas de estímulo de la demanda -inversión y consumo- a escala europea, y de facilitación de las inversiones y su financiación.
La semana pasada, los trabajadores europeos, convocados por la CES y las centrales sindicales nacionales, volvieron a protagonizar importantes movilizaciones contra este modo de gobernar Europa. Un modo de gobernar que lleva a retrasar la salida de la crisis, prolongar el desempleo masivo, fomentar la precariedad laboral y deteriorar gravemente el Modelo Social Europeo, sin el cual la integración europea se quebrará. Para proseguir estas movilizaciones, la CES ha convocado el próximo 9 de abril una euromanifestación en Budapest, capital de la presidencia semestral de la UE.La CES, UGT y CCOO están de acuerdo en que otra forma de gobierno económico de Europa es posible y es necesaria. Preconizamos un gran acuerdo político y social europeo que:
- Dé prioridad a la recuperación de la economía y el empleo, adoptando, entre otras medidas, un plan europeo de inversiones con un monto del 1% del PIB.
- Inicie urgentemente la armonización fiscal europea y establezca, ya, un impuesto a las transacciones financieras (ITF).
- Realice una gestión enérgica y solidaria de la crisis de las deudas soberanas con, entre otras medidas, la emisión de eurobonos.
- Proceda a una completa y efectiva regulación de los mercados financieros para que cumplan su función de financiar la economía real y se termine el inaceptable espectáculo de ver que quienes provocaron la crisis siguen gobernando la economía, haciendo pagar a los trabajadores todo el coste de la misma.
- Haga alcanzar los objetivos de reducción de los déficits y deudas públicos en plazos más razonables y sobre la base del fomento de la recuperación del crecimiento, un reparto de las cargas socialmente justo y políticas fiscales y sociales avanzadas".