El anunciado “premio” para los centros que tengan una buena gestión oculta en realidad un “castigo” para aquellos colegios e institutos con más necesidades económicas.
Respondiendo a la inquietud creada en colegios e institutos de Castilla y León por los recortes en la segunda parte del presupuesto anual que la Consejería de Educación hace llegar en noviembre, el consejero Juan José Mateos anunció ayer en Valladolid que "en ocho o diez días" los centros educativos recibirían dinero suficiente para los dos o tres meses que tardará en aprobar la Junta un decreto que modifique la gestión económica de los mismos. La normativa recogerá un "tramo general" que cubra el "100 por ciento del gasto de funcionamiento" y, además, “cuando haya una muy buena gestión, los centros tendrán unas cantidades adicionales".
De creer las palabras del consejero no sólo aumentarían los presupuestos de colegios e institutos, sino que además la Junta dispondría de margen suficiente para premiar a los, suponemos que pocos, centros con “ muy buena gestión".
Sin embargo, por muy buena voluntad que se ponga, las palabras de la Junta han chocado demasiadas veces con la realidad de los recortes y las privatizaciones para tener que seguir otorgándoles el beneficio de la duda: es más que probable que la cantidad destinada al presupuesto de los centros no sólo sea menor que la actual, sino que además se utilice la cantidad variable de dicho presupuesto para introducir una forma de (falsa) autogestión. El modelo son los contratos-programa que se viene utilizando desde hace años en los centros de salud y otros organismos sanitarios y que la Consejería ha decidido importar para Educación. Sin embargo, en el terreno sanitario los contratos-programa han conllevado que las “mejoras” en la gestión económica y de personal hayan trasladado a los profesionales el reto del ahorro, por ejemplo cubriendo ausencias de compañeros o reduciendo pruebas exploratorias complementarias (aunque caras).
El procedimiento no es nuevo. Se trata de importar ideas, métodos y prácticas del sector privado a fin de lograr que el sector público se parezca cada vez más a una empresa comercial. En Inglaterra, país pionero, todo centro público que tarde en alcanzar los estándares fijados por el gobierno es, pura y simplemente, vendido.
En suma, un ejemplo más de lo mucho que nos jugamos. La Federación de Enseñanza de CCOO de CyL examinaremos a fondo el anunciado decreto para comprobar si realmente puede mejorar la gestión económica de los centros públicos o es otra manera encubierta de ahorrar cargando el peso, una vez más, en los profesionales de la enseñanza pública.
César Arenas Vázquez
Secretaría de Política Educativa
FECCOOCyL
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