
Una delegación de la Confederación Sindical Internacional (CSI) se reunió a lo largo de todo el día de ayer en Washington con altos responsables del Fondo Monetario Internacional (FMI).
Javier Doz, secretario de Internacional de CCOO señaló que el sindicalismo europeo tenía alternativas a estas políticas “injustas y fracasadas”, refiriéndose a la financiación de los Estados, la regulación del sistema financiero, el crecimiento económico, la armonización y suficiencia fiscal, y a la propuesta de la Confederación Europea de Sindicatos (CES) sobre un “nuevo contrato social europeo”.
Una delegación de la Confederación Sindical Internacional (CSI), presidida por su secretaria general Sharan Burrow y de la que formaba parte el secretario de internacional de CC OO, Javier Doz, se reunió a lo largo de todo el día de ayer en Washington con altos responsables del Fondo Monetario Internacional (FMI), entre ellos el director gerente adjunto, Min Zhu, y el economista jefe, Olivier Blanchard. Sharan Burrow se reunió también con la directora gerente, Cristine Lagarde.
Tanto en esta reunión como en el encuentro que tenía como título “FMI-consulta sindical sobre Europa”, los sindicalistas de la CSI pidieron a los responsables del FMI que contribuyeran a que se produjera un cambio en la política económica de la UE, de modo que volviera a colocarse el crecimiento de las economías y del empleo como el principal objetivo. Sindicalistas de varios países europeos y dirigentes de la CSI analizaron ante los responsables del FMI las muy negativas consecuencias económicas, sociales y políticas de las políticas de austeridad y reformas estructurales que los responsables políticos de la UE y la mayoría de los gobiernos nacionales aplican desde mayo de 2010.
Refiriéndose a la situación europea y española, Javier Doz afirmó que “las políticas de austeridad, recortes presupuestarios y reformas estructurales, en particular de los mercados de trabajo, son un completo fracaso en sus objetivos económicos, están produciendo efectos sociales devastadores y han hecho entrar a la Unión Europea en una zona de elevado riesgo político, en la que no sólo el euro sino la propia existencia de la UE están en juego”. Tras afirmar que un cambio profundo y urgente de las mismas se hace necesario, Doz recalcó que el sindicalismo europeo tenía alternativas a estas políticas “injustas y fracasadas”, se refirió a las correspondientes a la financiación de los Estados, la regulación del sistema financiero, el crecimiento económico, la armonización y suficiencia fiscal y a la propuesta de la Confederación Europea de Sindicatos (CES) sobre un “nuevo contrato social europeo”.
Javier Doz analizó ante los responsables del FMI la reforma laboral aprobada por el Gobierno del PP. Fue especialmente crítico con las nuevas regulaciones del despido y de la negociación colectiva así como con el hecho de que la reforma hubiera sido adoptada sin negociación ni consulta alguna con los interlocutores sociales e ignorando los acuerdos que CC OO y UGT habían suscrito con la patronal española sólo días antes, con lo que el Gobierno de España había asestado un durísimo golpe al diálogo social en España.
Los responsables del FMI concedieron que era necesario adoptar medidas que promovieran el crecimiento y el empleo, aunque no expusieron una propuesta coherente sobre cómo compatibilizarlas con las políticas de austeridad y ajustes estructurales, que consideraron necesario mantener en los países fuertemente endeudados, con lo que su posición presentaba aspectos contradictorios. También se mostraron partidarios de preservar y promover el diálogo social. No obstante, la delegación sindical les criticó fuertemente por ignorar este propósito cuando formaban parte de la troika, con el BCE y la Comisión Europea, que impuso las condiciones de los “rescates” de Grecia y Portugal.
Terminada la reunión con el FMI, se celebró una reunión de la CSI en la que los sindicalistas de CCOO y UGT fueron felicitados por los resultados de la huelga general del 29 de marzo. En dicha reunión se trataron también las iniciativas que se van a plantear ante la Organización Internacional el Trabajo (OIT) contra la reforma laboral española.