Pleno del Consejo Social de la Uva aprobó la normativa de régimen de permanencia de alumnos en esta Universidad con los votos en contra de los vocales de Comisiones Obreras poque limitan la estancia, y por tanto los ritmos de cada estudiante, y no tienen en cuenta la dificultad de los diferentes estudios.
En la reunión del Pleno del Consejo Social de la Uva del pasado 21 de marzo se aprobó la normativa de régimen de permanencia de alumnos en esta Universidad con los votos en contra de los vocales de Comisiones Obreras. La nueva norma sustituye a la existente desde 2006 para adaptarla al nuevo modelo de titulaciones derivado del proceso de Bolonia, aunque, en la práctica, supone un endurecimiento de las condiciones de acceso y permanencia del alumnado de la Universidad. Contra esta medida CCOO recuerda que la ley establece que la Universidad Pública es la responsable de garantizar el derecho a la Educación Superior de toda la población.
La norma que impide permanecer durante más tiempo en la Universidad se suma a la drástica subida de las tasas de matriculación, tanto en primera convocatoria como, sobre todo, en las siguientes, vigente desde este curso 2012-2013. Esta subida contribuye por si misma a limitar y encarecer el acceso a la Universidad y a penalizar suficientemente la permanencia prolongada en ella para que encima se limite los años en los que un estudiante puede estar cursando su carrera. Además está el agravante de producirse en un contexto de reducción más que significativa de las becas y ayudas de estudio, lo que dificultará el acceso a los estudios universitarios, no tanto en función de las aptitudes académicas, sino de los recursos económicos de que se disponga para estudiar según los recorridos estándar trazados.
Además, estas normas de permanencia se establecen sin consideración a las características y grado de complejidad de las diferentes titulaciones y, al limitar las modalidades de matriculación, a tiempo completo o parcial (en realidad, media matrícula), ignoran otras necesidades, sobre todo las de las personas que compaginan trabajo y estudio, impidiéndose la matrícula en menos créditos de los mínimos fijados para cada opción, y en último término, la posibilidad de autogestión, por la persona que estudia, de sus recursos, sus tiempos y ritmos.
Estas limitaciones no mejoran la calidad de los procesos formativos, y contradicen abiertamente los objetivos de flexibilidad e impulso a la formación permanente a lo largo de la vida, constantes en la normativa comunitaria en materia educativa y formativa y en particular en la relativa a la Educación Superior. Por todas estas razones que limitan el ejercicio del derecho a la educación superior en un sistema universitario público y universalmente accesible, los vocales de CCOO votaron, lamentablemente en solitario, en contra de dicha propuesta de normativa.
