
El sindicato insiste en la necesidad de una reforma fiscal progresiva para garantizar la sostenibilidad de los servicios públicos, estimular la actividad económica y el empleo y ofrecer una salida de la crisis más rápida y equitativa.
Con el Anteproyecto de Ley de Medidas Tributarias y Administrativas para el Presupuesto autonómico de 2013, la Junta de Castilla y León da pasos importantes, decididos y muy positivos hacia una mayor capacidad recaudatoria y redistributiva del sistema fiscal de la Comunidad, particularmente a partir de la recuperación del Impuesto sobre Sucesiones y Donaciones.
La Junta afronta la elaboración de los Presupuestos para 2013 en un contexto muy complicado, en el que el desproporcionado endurecimiento del objetivo de déficit para las CCAA, la debilidad de los ingresos por la prolongación de la crisis económica y el incremento de los gastos por los intereses de la deuda obligarán a hacer nuevos ajustes, que difícilmente bajarán de los 500 o 600 millones de euros. Actualmente, además, apenas queda margen para continuar abordando el ajuste por la vía de la reducción del gasto y la inversión públicos, que acumulan ya enormes recortes, con efectos muy perniciosos para el empleo y la actividad económica. Por ello, desde CCOO de Castilla y León venimos demandando abordar el ajuste fundamentalmente por la vía de los ingresos públicos, cuya debilidad, y no un supuesto e inexistente exceso de gasto, es la que explica los problemas financieros del sector público en España y, específicamente, en nuestra Comunidad.
El citado Anteproyecto de Ley supone avances significativos y de gran valor en este sentido. Particularmente, destaca la recuperación del Impuesto sobre Sucesiones y Donaciones para familiares directos, que permitirá recaudar alrededor de 67 millones de euros, una cuantía suficiente para, por ejemplo, mantener en torno a 3.000 empleos públicos en Sanidad y Educación. La recuperación de este impuesto era una de las demandas en las que veníamos insistiendo desde CCOO, incluida dentro de la propuesta de política presupuestaria y económica alternativa que presentamos hace unos meses. Se trata de una medida enormemente positiva también para la capacidad redistributiva del sistema, por tratarse de un impuesto altamente progresivo en el que las herencias más altas pagan mucho más que las más bajas. Adicionalmente, la Junta establece una reducción general que exime del pago a los 175.000 primeros euros, así como exenciones en el caso de explotaciones agrarias y empresas familiares. Aunque consideramos que la recuperación de este impuesto hubiera podido ofrecer una capacidad recaudatoria y redistributiva aún mayor, en consonancia con la normativa estatal, resulta enormemente positivo que Castilla y León se sitúe en el grupo de otras 6 CCAA que no han desmantelado este impuesto, lo cual consideramos fundamental que tenga carácter permanente, para evitar injusticias entre contribuyentes e inestabilidad en el sistema.
La otra novedad importante es la reforma del Impuesto sobre Transmisiones Patrimoniales y Actos Jurídicos Documentados. Concretamente, se incrementan los tipos impositivos de la transmisión de inmuebles, introduciéndose tramos para dotar de progresividad al impuesto; se gravan las transmisiones de bienes muebles, particularmente las de objetos de lujo, así como las concesiones administrativas; y se incrementan los tipos impositivos para copias de escrituras y actas notariales. Se trata de una reforma en la línea de la abordada por otras CCAA, que permite también adaptar la carga fiscal de este impuesto a las recientes subidas del IVA. Por ello, desde CCOO de Castilla y León consideramos que esta medida, muy similar a la que incluimos en nuestra reciente propuesta, resulta oportuna y necesaria para garantizar la sostenibilidad de los ingresos públicos, con una recaudación adicional estimada de 72 millones de euros, que podría duplicarse una vez que se recupere el mercado inmobiliario.
En su conjunto, estas medidas resultan positivas y permitirán suavizar el ajuste y, simultáneamente, repartir su carga de una manera más equitativa. Sin embargo, se pierde una nueva oportunidad para abordar una reforma fiscal completa de carácter progresivo. La propuesta elaborada desde CCOO de Castilla y León demuestra que es posible una senda alternativa a la de los recortes indiscriminados de gasto público y la enorme destrucción de empleo. Las medidas incluidas en dicha propuesta habrían permitido obtener más de 500 millones de euros adicionales para el Presupuesto autonómico de 2013, a través del incremento del tramo autonómico del IRPF, la recuperación completa del Impuesto sobre Sucesiones y Donaciones y del Impuesto de Patrimonio, el desarrollo de la fiscalidad medioambiental, un Impuesto sobre las grandes superficies comerciales y la apertura en festivos y un imprescindible Plan de Lucha contra el Fraude Fiscal ambicioso y con objetivos cuantificables. Desde CCOO de Castilla y León, continuaremos demandando una reforma fiscal progresiva completa, que permita a nuestra Comunidad obtener los recursos económicos necesarios para mantener unos servicios públicos de calidad, impulsar la actividad económica y la creación de empleo en el territorio y favorecer una salida de la crisis más rápida y cuyos costes se asuman de manera solidaria por el conjunto de la ciudadanía.