
Ante la propuesta de la patronal de incrementar los despidos de personas al servicio de los ciudadanos.
Tras las recientes declaraciones efectuadas la pasada semana sobre el papel de las personas inmigrantes, Joan Rosell, presidente de la CEOE, vuelve a ocupar la escena pública radicalizando la posición de la patronal española y “echando gasolina” en el conflicto social abierto con el último real decreto aprobado el pasado viernes por el Gobierno.
Rosell ha contrapuso ayer la subida impositiva con el empleo público, reclamando una mayor destrucción de empleo público para poder relajar la presión impositiva. No le duelen prendas al presidente de la patronal en anteponer la necesidad de seguir incrementando los recortes antes que mantener los actuales tipos. Lo que no sería tan ofensivo para las personas al servicio de los ciudadanos de no ser porque de la tributación exigible a las sociedades, nominalmente rayana en el 30%, apenas significó un 9,9% de tributación para las empresas, después de bonificaciones en 2010. Muy lejos de los impuestos que soportan la amplísima mayoría de asalariados tanto públicos como privados.
CCOO considera intolerable la injerencia que la CEOE viene realizando con discursos incendiarios e interesados que parecería que buscan incrementar el conflicto desatado tras la promulgación del RDL 20/2012 el pasado viernes 13, mientras en este país durante el año 2011 los altos directos de las empresas incrementaron sus ya altas retribuciones un 3%, y los consejos de administración un 5%, al margen de la pérdida de poder adquisitivo y calidad de vida a la que se han visto sometidos no solo los empleados públicos sino el conjunto de los ciudadanos.
Además de profundamente irresponsable y profundamente insolidario, el mensaje de la organización que representa al empresariado español está basado en una absoluta falta de consideración y respeto al trabajo realizado por los servidores de lo público, y profundamente interesado, al reclamar desde premisas tan falsas como puestas en evidencia una y otra vez, para reclamar además la prestación de esos servicios por las empresas y los mercados.
Tras más de una década de procesos de privatización y externalización de servicios por parte de las administraciones, los datos son tozudos. Aquellos prestados por el sector privado son más caros, menos eficientes, menos eficaces y de peor calidad para los ciudadanos, sin que estos sean tomados en cuenta a la hora de ser gestionados. A lo que hay que añadir las peores condiciones que sufren los trabajadores de los servicios privatizados frente a sus compañeros del sector público.
En sus declaraciones, Rosell, que se ha caracterizado en su trayectoria como dirigente patronal en su periodo en Cataluña y desde su llegada a la CEOE por su radicalidad frente a todo lo público, reclama un plan de actuación del que únicamente se excluyan los servicios esenciales para la comunidad, servicios que, en palabras del coordinador del Área Pública de CCOO, Enrique Fossoul, “suponemos que no serán los mismos que plantean como esenciales a la hora de decretar servicios mínimos”, momento en el que habitualmente las administraciones incorporan a esta definición, “hasta los registros y bibliotecas”.
Por todo ello, CCOO entiende que estas declaraciones de la CEOE son una nueva afrenta a las personas al servicio de sus conciudadanos y que solo añaden mas fuego a la tensa situación que padece nuestra sociedad con unas declaraciones oportunistas y profundamente ideologizadas, creando mas tensión social en un momento en el que nuestro modelo de sociedad está en juego.