La Federación de Enseñanza de CCOO exige que no se financien con dinero público los centros educativos que segregan al alumnado en función de su sexo, tal como establece la Ley Orgánica de Educación (LOE). El artículo 84.3 de esta ley señala, en relación con la admisión en los centros educativos, que “en ningún caso habrá discriminación por razón de nacimiento, raza, sexo, religión, opinión o cualquier otra condición o circunstancia personal o social.”
Las recientes sentencias de los tribunales de Justicia acerca de este asunto incurren en contradicciones evidentes que revelan la necesidad de ajustar la normativa que regula los conciertos educativos con los centros privados a la LOE. Mientras una sentencia del TSJ de Asturias dice que las administraciones educativas deben establecer entre las condiciones para conceder los conciertos la no segregación del alumnado por sexo, en Andalucía la Junta ha especificado esas condiciones en la orden de conciertos. Sin embargo, ahora el TSJ de esta comunidad autónoma ha revocado dicha orden en una reciente sentencia.
Es necesario ajustar la normativa de ámbito autonómico a la estatal para evitar que los tribunales de justicia dicten sentencias contradictorias. Precisamente en esta línea iba el archivado Anteproyecto de Ley para la Igualdad de Trato y la no Discriminación en el que expresamente se prohibía que las escuelas que separan a niños y niñas en función de su sexo pudieran recibir dinero público. Mucho nos tememos que, en la actualidad, se avance en otra dirección.
La Federación de Enseñanza de CCOO defiende la escuela mixta como la mejor forma de preparar a chicos y chicas para la convivencia en sociedad. Si defendemos la igualdad de los sexos, el curriculum escolar debe ser el mismo para unas y otros, por lo que carece de sentido su separación. Es normal que niños y niñas tengan ritmos de aprendizaje, comportamientos y sensibilidades diferentes, ya que los modelos sociales de que disponen son diferentes. Pero el hecho de que se den estas diferencias no debería llevar a la segregación, de la misma manera que no debería separarse a niños mejor dotados intelectualmente de los que lo son menos. La diversidad es uno de los mejores argumentos con que contamos para la educación en la igualdad, la libertad y la solidaridad.
