CCOO culpa a los beneficios empresariales de la subida de los precios

En junio han subido los precios de los bienes y servicios que componen la parte principal de la cesta de la compra, siendo el descenso de los productos energéticos lo que ha permitido contener la inflación que, no obstante, supera el incremento salarial medio pactado en la negociación colectiva, especialmente en el caso de los nuevos convenios firmados en 2012.

La tasa de variación interanual del IPC en el mes de junio se mantuvo en el 1,9%, la misma que el mes anterior y en torno a las cifras a las que viene oscilando en 2012, mientras que la inflación subyacente (sin alimentos no elaborados ni productos energéticos) repuntaba dos décimas y se sitúa en el 1,3%, su punto más alto desde enero de 2012. Es decir, en junio ha subido la inflación de los bienes y servicios que componen la parte principal de la cesta de la compra y ha sido el descenso principalmente de los productos energéticos el que ha permitido contener la inflación.

La variación mensual del IPC ha caído dos décimas en junio. Los apartados que más han influido en este descenso mensual de los precios han sido carburantes y lubricantes, prendas de vestir (bajadas previas a las rebajas de verano y comienzo de las rebajas en algunas comunidades) y legumbres y hortalizas frescas. Por el contrario hay otras partidas que incrementan sus precios de manera clara en el mes de junio: frutas frescas, viaje organizado y hoteles y otros alojamientos (subidas ante las vacaciones de verano).

En la evolución interanual de los precios hay comportamientos claramente desiguales. Los capítulos más inflacionistas en términos interanuales son: Bebidas alcohólicas y tabaco (aumentan su subida interanual al 11,5%, debido a que este mes no se han repetido las bajadas de precios del tabaco que hubo en junio de 2011), Vivienda (que modera ligeramente su encarecimiento interanual al 5%), Transporte (modera sensiblemente su encarecimiento interanual hasta el 2,9%, gracias al descenso de carburantes y lubricantes en junio) y Enseñanza (que mantiene su encarecimiento en el 2,9% interanual). Por el contrario, los capítulos que más reducen sus precios son Comunicaciones (continúa reduciendo sus precios, cuyo descenso interanual se sitúa en el 3,8%) y Medicina (la reducción de sus precios se sitúa en el 3%).

La inflación sigue siendo muy elevada para una economía en recesión

La inflación hasta junio supera el incremento salarial medio pactado en la negociación colectiva, especialmente en el caso de los nuevos convenios firmados en 2012. Durante 2012 se está produciendo, mes a mes, un descenso paulatino del incremento salarial pactado, más acusado en los dos últimos meses. En defensa del empleo, CCOO exige corresponsabilidad empresarial y reclama a las organizaciones empresariales que cumplan lo pactado en el II Acuerdo para el Empleo y la Negociación Colectiva, que conlleva, además de la fuerte moderación salarial pactada, la necesidad de moderar los beneficios empresariales y su reinversión en la mejora de la capacidad productiva de la empresa y la estabilidad y generación de empleo. Tampoco hay constancia de que las retribuciones de altos cargos se estén moderando en la medida que lo están haciendo los salarios de los trabajadores y este objetivo también forma parte del AENC.

Los precios y los márgenes empresariales deben ajustarse a la baja, porque los niveles actuales de inflación, aunque moderados, siguen siendo elevados para una economía que se encuentra en recesión, lastra su competitividad y afectan en mayor medida a los sectores más desfavorecidos de la sociedad. El Gobierno no está actuando para controlar los márgenes empresariales ni las tarifas reguladas en sectores y servicios prioritarios.

La crisis económica se va a agudizar en 2012 y la sucesión de medidas y recortes anunciados por los diferentes gobiernos están haciendo recaer el ajuste de la crisis sobre los trabajadores y el conjunto de la ciudadanía. La nueva oleada de recortes anunciados esta semana y la inminente subida del IVA no harán sino empobrecer más todavía a la mayoría de la población, elevar los precios y reducir el poder adquisitivo de trabajadores, parados y pensionistas, haciéndoles pagar de nuevo una crisis que no han generado.